El tema de impuestos está en el centro del debate global, como una herramienta de redistribución de la riqueza y para la provisión de servicios públicos que previenen de que las personas caigan en pobreza, dijo Alexandra Haas, y celebró la decisión de Nueva Zelanda y Argentina de aplicar un impuesto de emergencia a las fortunas locales.
Redacción AN / ZR / Foto: Cuartoscuro/ 9 de abril 2021 12:19 pm. La desigualdad económica que se genera en el mundo tiene mucho que ver con el sistema fiscal y, en las circunstancias actuales, los gobiernos necesitan recursos extraordinarios para atender situaciones extraordinarias, como es la crisis económica derivada del Covid-19, señaló Alexandra Haas, directora ejecutiva en México de Oxfam, una ONG internacional.
Haas propone aplicar un impuesto temporal a las 32 multinacionales que más riqueza han acumulado durante la pandemia, lo que estimó daría una recaudarían de 104 mil millones de dólares, monto suficiente para financiar prestaciones sociales en países de renta media y baja.
El tema de los impuestos está en el centro del debate global, como una herramienta de redistribución de la riqueza y para la provisión de servicios públicos que previenen de que las personas caigan en pobreza.
“Celebramos que países como Nueva Zelanda o Argentina hayan establecido medidas como el impuesto de emergencia a las fortunas en sus países”, expuso Haas en entrevista con Aristegui en vivo.
Desde 2017, en el mundo se han visto recortes fiscales a las empresas más grandes, y las multinacionales que ganaron con la pandemia pagan cada vez menos impuestos a escala global, mientras que las personas están cada vez más empobrecidas y hay menos servicios públicos para atender sus necesidades básicas y cumplir con sus derechos, expuso Alexandra Haas, directora ejecutiva de Oxfam México.
Indicó que en los nueve meses de pérdida de riqueza por la pandemia y que al mundo tomará unos 10 años recuperar, para las personas más ricas del mundo son un asunto superado, pues ya recuperaron sus pérdidas e, incluso, tuvieron ingresos adicionales por encima de lo esperado.
“Eso significa que, si las personas más ricas del mundo contribuyeran, podrían financiar una vacuna universal y garantizar que nadie, que ninguna persona, cayera en pobreza a causa de la pandemia”.
En el caso de México, si las 12 personas más ricas contribuyeran con lo que ganaron durante la pandemia en 2020, podría duplicarse el gasto programado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en servicios de salud y se podría financiar la totalidad de la vacuna para el territorio mexicano.
“El sistema económico está construido sobre la base de perpetuar las desigualdades a lo largo del tiempo, no solamente entre personas sino entre familias, de generación en generación”, agregó.
Alexandra Haas, directora ejecutiva de Oxfam Mexico, afirmo que durante las ultimas decadas se ha premiado el capital y se ha castigado al trabajo, lo que ha contribuido a la desigualdad y a perpetuar la pobreza en diferentes partes del mundo.
Muchas de las personas con bajos ingresos, además de vivir en pobreza y sin acceso a derechos básicos y la salud, vivienda y al agua, son mujeres racializadas, que pertenecen a pueblos y comunidades indígenas o migrantes.
“Hay que leer todas esas circunstancias que son condicionantes que perpetúan la pobreza intergeneracional, frente a, por ejemplo, herencias que no pagan impuestos o pagan pocos y transmiten riqueza intergeneracional”.
A lo largo de las últimas décadas, se ha premiado al capital y castigado al trabajo, destacó Haas, por eso hay tantas e inmensas desigualdades entre las fortunas de una sola persona, como Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo, y el salario que gana el resto de la población del planeta.
Esa lógica tiene que cambiar, consideró la directora ejecutiva de Oxfam México.
Recordó que actualmente se discute la posibilidad de aplicar a escala internacional una tasa fija de impuestos para todas las empresas y las inversiones, que impida a las empresas utilizar paraísos fiscales para evadir impuestos, tal como lo ha expuesto el Gobierno de Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional, y como anticipan medidas que ya tomaron países como Nueva Zelanda o Argentina, que establecieron un impuesto de emergencia a las fortunas en sus países.
“Esas propuestas pueden ser interesantes para reducir la desigualdad. Así es como el sistema fiscal tendría que operar”, señaló.
Como resultado de la crisis sanitaria la economía mundial ha sufrido enormemente y, por ejemplo, se anticipa que más de 112 millones de mujeres perderán sus ingresos o sus trabajos, expuso, dado que el impacto económico de la pandemia tiene que ver con la pertenencia étnica y el género.
La directora ejecutiva de Oxfam resaltó que las mujeres que tienen cargas de cuidado excesivas y, por tanto, tienen que dejar de trabajar para cuidar a las personas de la familia, lo que las hace más expuestas de caer en pobreza.
En las últimas décadas se ha premiado el capital y castigado el trabajo, señaló Alexandra Haas, Directora Ejecutiva de Oxfam México.
Para ellas hay que pensar en una reforma fiscal, una reforma de salud para que los servicios sean universales y un sistema de cuidados para que se igualen las cargas de trabajo entre mujeres, hombres y el estado, que eso no impida a ellas estar en el mercado formal de trabajo obteniendo un salario justo, consideró Haas.
Reconoció que antes de la pandemia ya había una enorme desigualdad a escala global, pero destacó que se ha agudizado, y puso el ejemplo de México, donde Coneval anticipa que habrá 9 millones de personas más en pobreza, y los susceptibles en caer en esa condición son aquellos con trabajos informales, que viven al día, sin acceso a los servicios públicos y de salud, y que están expuestas al virus en mayor medida que los demás.
“Eso es lo que hay que buscar combatir, y sobre todo la falta de acceso a los derechos más básicos que solo se pueden financiar si contribuyen los que más tienen”, concluyó la directora ejecutiva de Oxfam México.